La brisa marina de la
mañana nos abrazó intensamente hasta despertarnos tiritando de frío.
Estábamos a unos cuantos metros de
distancia del mar, estábamos, medio húmedos, llenos de arena,
confundidos. Estábamos recostados, encogidos en la arena buscando algo de calor
en el húmedo lecho. Tenía frío, pero no quería levantarme; vi a todos frente mío,
uno al lado del otro, estábamos todos, los cuatro.
¿Están despiertos?, pregunté, Maldita
sea..., jadeó Mariano, qué hacemos aquí, Gustavo despierta, Estoy despierto,
Entonces dime que hacemos aquí como unos malditos vagos, No lo sé, pero ya no
me interesa, tengo frío y estoy molido, Oe vámonos, despierta a esos cojudos.
Mariano se levantó, dejando caer tras sí
la arena, terminó por quitársela de encima y empezó por despertar a
los demás, con el pie.
Levántense par de imbéciles, que de
seguro por su culpa despertamos en la playa. Maldita sea, tengo arena hasta en
los dientes.
Después que Mariano se levantó hice lo
mismo pero algo más lento, me dolía los costados del pecho, y no sabía
porqué. Mierda, que noche tan jodida; después de limpiarme noté que solo tenía
mi documento de identidad, y cincuenta centavos refundidos en el bolsillo,
«mierda, me limpiaron» pensé...
La noche anterior era difusa, Gustavo trató de hacer un esfuerzo pero entonces recordó algo como si fuera algo incierto...
La noche anterior era difusa, Gustavo trató de hacer un esfuerzo pero entonces recordó algo como si fuera algo incierto...
Ta que won!, no jodas... hace frío, y quiero ver mujeres -hizo una pausa- entiendes mujeres... terminemos esta ronda y entremos a cualquier lado, exclamó Carlos cansado de estar en la plaza tomando. Esta bien este maricón, pero por las wevas hablas, ya te quiero ver carajo; Si pues, puro floro, y naa... concertaron casi en lo mismo Andrián y Mariano.
Eran las tres de la mañana y teníamos
una botella por terminar de ron con coca, en la Plaza no eramos los únicos que
tomábamos, todos ahí bebían, pero cerca nuestro estaban dos chicas y un tipo
que parecía cabro, estaban sentados sin bebida alguna, las mirábamos y nos
sonreían, fue quizá ese gesto el que nos despertó la curiosidad de conocerlas,
claro a ellas, exceptuamos al tipo; no dejábamos de mirarlas cada cierto
momento. Esas wonas están ricas!, hay que hablarles pa ir a tomar;
pero están con un pata, no van a querer; hay que acercarnos y
decirles pues, que perdemos, naa. Si, pero el pata, qué hacemos con el pata,
sera una campana que sonara a cada rato. Nada yo me encargo, pero vamos a un
lado, Sale.Dijo finalmente Mariano entre el grupo.
¿Un trago, pero en algún lado? ¿Vamos?,
eso quiso decir Adrían cuando estuvo cerca, pero de todo sólo se le
entendió lo primero y un balbuceo que finalmente terminó en «vaos», ellas que
estaban sentadas, entre ellas el tipo, se miraron desconcertadas y soltaron una
risa, también estaban algo tomadas pero en mejor estado que nosotros que ya
teníamos encima cervezas y dos botellas de ron, pero después de examinarnos
murmuraron alguna complicidad y aceptaron.
Detrás sonrientes nos acercamos
presentándonos, cada uno, diciendo nuestros nombres. Bebimos en ese lugar hasta
acabar con el licor, ahí surgió la charla sobre nuestra procedencia, mayoría de
nosotros de Tacna, excepto por Mariano que era de esta ciudad;ellas eran
naturales de aquí, la de estatura media se llamaba Ofelia, tez trigueña, pasada
de kilos para estar esbelta, pero contorneada, y de bonito rostro; la otra se
llamaba Celia, mas baja de estatura bien contorneada, algunos kilos demás pero
sin barriga, y tambien de rostro agradable, el tipo era pedro, un maricón
renegón. Todos sumábamos siete, eramos un grupo dispar pues había muchos
hombres para dos. Después de romper el hielo con algunos chistes Mariano
preguntó hacia dónde ir, se lo preguntó a ellas que eran las invitadas. Pero
ellas no tenían ningún lugar, entonces Carlos casi imperativo dijo, Tons vaos
acá atrás, hay un pub en un segundo piso. Todos nos miramos y sin perder nada
nos encaminamos.
Había gente, y sonaba Dame tu amor de x-dinero,
algunos bailan y otros daban saltos, nosotros nos dispersamos buscando una
buena mesa, el local no era grande, solo parecido a un gran corredor en forma
de s, Mariano encontró una
y ahí nos despanzurramos todos, cómo nosotros habíamos invitado compramos el
trago. Carlos algo le conversaba a Celia, y trataba de servirle lleno, ella no
lo permitía y se reía; hasta que en una burrada hizo caer el vaso, nosotros le
gritamos a viva voz «carajo», y él solo levantó los hombros exclamando «¡qué
mierda!», Mariano sacó a bailar a Ofelia, sin perder más el tiempo.
Adrián bebía con los que quedamos en la
mesa, saqué unos cigarrillos de la casaca, le ofrecí a Pedro, pero no
fumaba, Adrián cogió uno y lo encendió con el mío. Carlos y Celia no
fumaban, también.
Mariano regresa con Ofelia a la mesa
cogiéndola por la cintura.
Ofelia por qué no bailas con Gustavo,
carajo, Carlos ya deja de hablar y baila, estas que chupas y chupas... Fuera
mierda, toy bien aquí con Celia..., Puta mare maricón, entonces -mirando
a Adrían- busquemos otras flacas pa bailar, Ya pues, Si o no qué dices Adrián,
Vamos, Tu qué dices Pedro nos acompañas!, No, estoy bien aquí... Puta madre,
Pedro!
Carlos estaba bien arrimado a Celia, le
preguntaba de todo, y buscaba caerle más que bien.
¿Por qué estaban ahí sentadas en la
Plaza?... No sé, viendo y bebiendo, Pero no tenían trago, Sí pero eso no quita
las ganas de estar ahí, Y quién es Pedro, es tu flaco?, No!, nada que ver es un
amigo, que nos acompaña, Y es gay?, Qué te interesa?, No, fuera, solo que como
no hace naa lo parece, Jajaja, Es cierto lo parece, o no, tu que lo conoces,
Jajaja jaja si supiera que le dices marica se molestaría, y ni mejor que no se
entere, Ya tá bien, no seguiré con eso, y dime tú, háblame de ti, solo sé que
te llamas Ofelia, Ya pues que más quieres saber, No sé dime tu, tu nombre no
dice mucho...
Puta mare, todas están con pareja
-exclamaba Adrián a Mariano- ese webon de Carlos nos metió a una disco donde no
hay flacas solas, Sí, pero calma, ya caeran, puta que mira a ese pendejo de
Gustavo ta que le mete letra a la flaca, Sí pero no pasa naa, Por qué lo dices,
Ya lo adelanté, Por qué tan confiado, Es que Gustavo al final las caga,
recuerda, espera que tome algo más, y suelta su rollo, Ah ya, pero qué carajo,
yo toy de solista como ese maricon de Pedro, Puta que no te preocupes, todavía
es temprano, Nada, ni temprano, ni tarde, si no encontramos unas flacas liebres
por las webas subimos, Calma, espera... Ya, ya, pero busquemos p'es...
Caminaron todo el local un par de veces
Adrían y Mariano, estaban algo desesperanzados porque no había chicas solas, la
pista de baile empezó a iluminarse tocando Pump It de los Black Eyed Peas, era una buena pieza para bailar, ambos se
miraron como asintiendo que era buena pero no había nadie para
disfrutarla, Adrían volvió a mirar a Mariano y solo exclamó «¡Carajo!», algo
que compartía también su compañero de andanzas por esos momentos, «Qué hora
son» -preguntó Adrían-, «Las doce y diez, por» - dijo Mariano-, «Por que ya me
llego al webo, todo, puta, vamos a chupar, antes que ni eso podamos» - concluyo
Adrian.
Yendo a la mesa.
Mierda de pub, estamos de apestados,
Entonces vamos a un night, No tengo muchas ficha, Yo tampoco pero eso no
excluye esa posibilidad, no?, Sí, pero me quedo de mirón, Entonces... entonces
aguardemos algo, tengo fe. Bebamos algo.
Luces, humo y vaho. Era lo que los
rodeaba, deambulaban de un lado para el otro, en busca de mujeres con qué
bailar, pero no tuvieron suerte, para nada. Adrián así como Mariano, anduvieron
toda la noche, de arriba abajo, y en esa perspectiva difusa del local parecían
que bailaban, sin quererlo. Y ambos sin pensarlo compartieron consigo mismo
toda la música.
Bailando Gustavo tuvo algo así como un
dèjá vu, y esa sensación era algo que no recordaba, raro pensó, y seguía
bailando con Ofelia ya varias canciones, y parecía que ella se divertía, y él
estaba ya de lleno en la música, y lo único en mente, después, era bailar y
seguir bebiendo.
La noche parecía prometedora, al final,
aunque sin muchas chicas todos bebían y festejaban ese momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario