domingo, 17 de junio de 2012

TRES ( iii ) en progreso

-Fragmento-

III

Gotas grandes empezaron a humedecer el asfalto, el aroma de todo alrededor húmedo empezó a asentarse y abrigar el ambiente, algo anterior termina y otro algo reaparece  y nuevamente, empieza la marcha natural -sintió esa sensación extraña el teniente-; la única carretera, como una serpiente se extendía por la explanada a un horizonte incierto más allá del alcance de la garita de control, en la nada, compuesta por cerros reverdecidos por la temporada; ni una casa, ni algún animal de crianza, ni algo que los libre de algún temporal, estaban ahí por mandato y haciendo cumplir la orden de evitar cualquier evento extraño o que pudiera parecer sospechoso, y estaban alertos los tres desde que llegaron; la única vía era la que pasaba por delante de la caseta, desde el comienzo solamente habían visto zorros, liebres, y sin embargo, esa soledad que los envolvía los mantenía en zozobra; «Ahora mi teniente, ¿Qué hacemos?» susurró el soldado tratando de disimular el frío que entrecortaba su voz y el cansancio que apesadumbraba su ánimo,  «Tenemos que esperar, no se aflijan,  nuestras informaciones no fallan» replicó el Teniente de forma severa. Habían pasado varias horas en vela y nada ocurría desde dos noches atrás, el teniente también sentía el cansancio en el cuerpo como un gran peso encima que lo hacía perder el equilibrio, y así notó también que sus soldados, cedían por momentos al influjo del sueño, y no les reclamó nada, así que prefirió empezar a dar marcha al turno de descanso para mantener el puesto de control con vigilancia, el soldado al que llamaban Treintainueve fue el primero en descansar, luego seguiría el otro soldado, Pedro, y finalmente descansaría él. «Mi teniente hábleme de las marujas de las que tanto menciona, dónde queda», «mira, Pedro, escúchame –en tono paternal- esas son huevadas que uno cuando las hace no guarda detalles del suceso, por lo tanto, yo si alguna vez fui no me acuerdo…», el soldado lo miraba con atención de alumno aplicado y se extrañó que le respondiera negativamente, «pero mi Teniente, no tome a mal mi inquietud, esta es sana, ese popular nombre resulta llamativo y la manera cómo lo dice Marujas, jejeje je, despierta mucho la curiosidad, ya pues jefe, cuente al menos dónde queda».

El teniente lo mira de reojo sin perder la concentración de vigilar al frente, dibujó una sonrisa a medio terminar. 
(Sesión improvisada en un cuadrado con aullidos. Moanin by Charles Mingus)
 » Hubo un tiempo en el que estuve por la zona oriental, algo lejos de todo, pasando el río con bote, guiado por un lugareño, era algo entre la espesa maleza, dónde ya se cree que la gente no transita por que no hay razón para hacerlo, lo recuerdo bien, era una gran choza de carrizo sin pinta ni ornamento, solamente rodeada por árboles, de donde salía una música agradable y desconocida, acompañada de un olor a perfume mezclado con licor y humo de cigarros, -suspira- olor que se me viene de pronto con sólo recordar, las marujas. Entre. Creo que no hay mejor lugar para pasar buenos momentos, ahí la plata corre, va y viene, no puedes ir sin plata, te botan, ahí no entran sapos ni culebras. Ahí no conoces a nadie ni recuerdas a nadie, no puedes amigar ni… ni pensar en ello, te lo advierten antes de entrar, el que no puede entrar, con un se dice«.

A fuera desde ese rectángulo delimitador que era la ventana, el panorama amplio en esa oscuridad comprometida con el silbido del viento, no delataba nada fuera de lo común. «Parece que quiere llover, mi teniente» dijo como resoplando Pedro. «Te parece, es la neblina la que se nos viene pronto y así empieza» susurro el teniente, y lo dijo de un modo que no le agrado que lo interrumpieran. «No jodas  Pedro, escucha primero».

»Todo era un ambiente rústico, las mesas, sillas, la barra. Rústico y amplio, «Señoras y Señores. Ladies and gentleman, bienvenidos sean, welcome to Marujas» dijo, sosteniendo un micrófono desde su barra un negro con tintes morados, y un modismo peculiar y amanerado.

No hay comentarios:

Los extramuros para descarga libre

Los extramuros  es la revisión y compilación en un volumen los poemarios Primavera extramuros  y Órbita rota  con la finalidad de darle u...