NO SABREMOS Y NADIE SABRÁ
En una pura y paria abstracción
En oscuras y pétreas calles
Qué ciudad guarda un refugio, donde
Los ángeles retuercen y enlazan
Sus cuerpos en balada y distorsión
Los tristes en cuerpos neonatos
Terminan esa grave implosión
Y el tiempo-espacio sucumbe
Al mortuorio compás de reloj
Los pasos ahogan las calles
El susurro que se emite sin voz
Y la luz solo acompaña la cópula
La danza que rasga su esencia
De todo lo que pudo llamarse amor
Ignoro el pasado de las cosas
Como el futuro aterrador
Donde empieza el preludio antes que el sollozo
Y la danza sólo tiene el principio
De un infinito paso redondo
No sabremos y nadie sabrá
Cuando empezó el mañana
Y cuando terminó el ayer
Y sin saber si empezó el día
O si todavía no han de nacer…